De la luz a la oscuridad, de lo antropológico a materialidad del paisaje.
1Licenciado en Ciencias Antropológicas (Arqueología), Magister y Doctor en Ciencias (Ecología). Se desempeña como docente en el Centro Universitario Regional del Este (CURE), Universidad de la República (UdelaR), Uruguay. Es investigador del Sistema Nacional de Investigadores, del Área Geociencias del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (PEDECIBA) y de diversos programas de posgrado del Uruguay. A nivel de grado desempeña actividad de docencia en la Licenciatura en Gestión Ambiental del CURE. Sus principales líneas de investigación, docencia y extensión se vinculan al Antropoceno en América del Sur desde una perspectiva interdisciplinaria. Su investigación aborda diversos tópicos, incluyendo la evolución de largo plazo de los ecosistemas y la variabilidad climática, estrategias de subsistencia y adaptación a ambientes dinámicos de los habitantes prehistóricos y gestión del patrimonio cultural como herramientas para la construcción de resiliencia y sostenibilidad.
La espera. Laguna de José Ignacio, 2017.
Wi-flyers. José Ignacio, 2017.
¿Qué te motiva a entrar en el mundo de la fotografía y que sea parte de tu lenguaje cotidiano?
Desde muy pequeño, la magia del cine, por ende del video fue un gran motor de la expresión o, mejor dicho, de capturar el alma de la expresión a través de lo visual, junto a la literatura, pero situaciones personales pautaron una alta movilidad desde la infancia, entonces, todo lo viví como "fotografías de distintos lugares". Desde ese entonces, siempre me llegó más, más profundo y más duradero una buena imagen... La fotografía es registro visual, a la vez que arte, puedes contar con un equipamiento soberbio, pero no registrarás sino lo que técnicamente ese equipo permite… o menos, mucho menos. Cuando la fotografía es parte de tu vida, pasas por situaciones y lugares en los que ves como el tiempo se detiene en un instante, la foto, que captura "el alma" de una situación, lo medular de un contexto…
¿Cómo lo vinculás con tu trabajo científico?
La Antropología en general y la Arqueología en particular trabajan con personas, pueblos, culturas y sus vestigios perdurables. Muchas veces me enfrento a situaciones absolutamente irrepetibles en tiempo y espacio, en esos casos, trato de captar esencias de momentos, intenciones, actitudes, paisajes...
En alguna conversación previa expresaste: “Mi estilo de fotografía es tirano con la composición. Hago lo que puedo, tratando de ser invisible e inobtrusivo en el contexto” ¿Cómo lo relacionás con esta selección de fotografías?
Primero, ser inobtrusivo e invisible es TODA UNA DECISIÓN, la cual implica ciertos gestos técnicos y el sentido de oportunidad adecuados. En esa serie de fotografías que refieren utilicé focales de largo alcance, de 300mm, para la fotografía del pescador de José Ignacio, para los escolares de la Escuela de José Ignacio y para robar esa toma de sombras que es de un contexto de búsqueda de desaparecidos durante la dictadura militar. La foto del Faro de La Paloma, en cambio, la tomé con un objetivo de 50mm una noche que retornaba de Maldonado.
Praesentia numina. Ruta 9, Rocha, 2018.
Textura. La Paloma, 2018.